17:36 | Autor Iglesia Hogar
Jesús consuela a las santas mujeres

Te adoramos Jesus, y te bendecimos, que por tu Santa Cruz redimiste al mundo
Amén

Misericordia, Dios mío, por tu bondad; por tu inmensa compasión borra mi culpa; borra del todo mi delito, limpia mi pecado (Salmo 50, 3-4)



Necesito tu consuelo, tu amparo, el alero de tu casa.
Soy como una hoja de otoño. Recógeme y colócame entre las hojas del cuaderno de tu ternura.
Soy como un loco abejorro, déjame posarme en los pétalos de tu bondad;
soy como un cordero perdido, ven a buscarme, amado Pastor,
tómame en tus brazos y vuélveme al redil.
Soy como tierra agostada, seca, sin simiente; siembra en mi surco Señor.
Siembra en mi surco.
Soy, en fin, el hijo de Adán, y busco la casa tuya, tu sonrisa,
el calor de tu compañía, la hondura de tu amor, tu palabra de cariño,
la amistad, el contacto de tu manto, la luz de tus ojos, la bondad de tu mirada, tu comprensión.
Perdón, mi Señor.
Perdón.


Oración: Porque he sido rebelde y he buscado el peligro, y
escudriñé curioso las cumbres y el abismo, perdóname Señor y quédate conmigo.


Por tu dolorosa pasión, Señor,
ten piedad de nosotros y del mundo entero.
Ten piedad de mí.
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